En el mundo de la administración de sistemas realizar una buena planificación de los servidores a implementar facilita mucho su correcto funcionamiento de cara al futuro. Es por eso que una de las primeras preguntas que debe hacerse es si se optará por un servidor dedicado (o físico), un servidor VPS o virtual, o un servidor en la nube
Servidor físico
Se trata de un tipo de servidor “que se puede tocar”. Ya sea en forma de torre o compatible para introducir en un Rack, eliges completamente la configuración de software y hardware que quieres en él.
Algunas de las ventajas que nos proporciona son:
- Disponibilidad de todo el hardware del nodo
- Facilidad de mantenimiento y actualización
Servidor virtualizado
Éste tipo de servidores consisten en una instalación de software realizada sobre un servidor físico, de forma que el nodo físico puede alojar distintos servidores virtuales. Esto nos permite optimizar los recursos de la máquina física; si tenemos dos servidores virtuales y uno de ellos está pidiendo más memoria podemos cederle aquella que no esté o no sea necesaria para el funcionamiento del otro servidor.
Algunas de las ventajas de los servidores virtualizados son:
- Disminución de la cantidad de servidores físicos, y por tanto de los costes
- La seguridad de cada máquina es independiente del resto
- Personalización de las características de cada servidor según el uso que tendrá
- La velocidad de creación de nuevas máquinas es muy alta
- Con los archivos de configuración, la recuperación de una máquina es un proceso sencillo y rápido.
Servidor Cloud
En este tipo de servidores nuestras máquinas virtuales se distribuyen en distintos nodos físicos, usando en cada momento los recursos que necesitan. En los últimos años ha ganado mucha relevancia, debido a que acumula las ventajas de los servidores virtuales e incorpora:
- Tolerancia a fallos de hardware; en caso de fallo de hardware el sistema simplemente buscará otro nodo al que conectarse, de forma que el servicio se pueda ejecutar de forma ininterrumpida
- Posibilidad de ampliación y reducción de los recursos a tiempo real, cosa que no teníamos en el servidor físico, puesto que lo limitaba su propio hardware. Esto significa que no deberemos apagar el servidor para ampliar sus prestaciones.
¿Cuál me conviene más?
Hay que tener en cuenta que cuanto más fiable es un servicio, mayor es el coste que tiene. La tecnología de servidores físicos se ve superada actualmente por las otras dos con mucha diferencia, de forma que podría considerarse obsoleta.
Es un hecho que los servidores Cloud están imponiéndose poco a poco sobre cualquier otra opción. Aun así hay que tener en cuenta que en este tipo de servidor se suele cobrar por el uso que se le da, mientras que en un VPS se paga una cantidad mensual fija.
Sea cuál sea nuestra elección, es importante para que toda empresa funcione correctamente tener nuestros servidores bien montados y accesibles en cualquier momento, para que los clientes puedan trabajar cómodamente y sin incidencias.