Desde el momento que nos conectamos a Internet, nuestro equipo se encuentra vulnerable a diversos tipos de ataques, desde virus, hasta intervenciones. En este artículo presentamos un breve resumen de algunos conceptos básicos
Lo primero que hay que tener siempre presente es que debido al continuo desarrollo de nuevos virus, y al descubrimiento de fallos de seguridad en los sistemas operativos, actualmente es imposible garantizar al cien por cien la inmunidad de un ordenador. La mayoría de los ataques son aleatorios. Sin embargo, en el último tiempo han incrementado aquellos que buscan una información concreta o la obtención de un servicio gratuito.
Sí es posible minimizar los riesgos utilizando algunas herramientas y sobretodo mantener una preocupación constante por revisar el equipo, actualizar las versiones del sistema operativo, etc.. El primer paso es conocer a lo que nos enfrentamos, y como funciona. El siguiente, sería configurar correctamente el equipo e instalar los programas de seguridad pertinentes.
Existen múltiples tipos de amenazas informáticas, con funcionamiento, distribución y finalidades distintas. Los más conocidos y habituales son los programas maliciosos, como los virus, troyanos, gusanos, etc. Su finalidad es perjudicar o hacer un uso ilícito del sistema al que infectan, permitiendo el acceso a intrusos o bien modificando los datos.
Otros software maliciosos son: Adware, Botnets, Hoax, PayLoad, Phishing, Ransomware, Rogue, Rootkit, Scam y Spyware.
El nivel de daño que pudieran sufrir los equipos son distintos dependiendo del virus. Algunos sólo muestran un mensaje de vez en cuando, realizan una determinada acción, o eliminan datos importantes del disco duro. Otros, podrían instalar programas y robar datos personales del usuario.
Muchas de estas amenazas se distribuyen actualmente a través de correos electrónicos, ya que en general, los administradores de red tomamos medidas para evitar los ataques directos a las redes.
Por esta razón cada vez toma más protagonismo el usuario como primer responsable de proteger su propio equipo de estas amenazas. Mantener el sistema operativo actualizado y un antivirus son sólo las primeras medidas que tomar.
Entre las recomendaciones más importantes destacan:
- No descargar archivos de sitios de dudosa reputación.
- Descargar actualizaciones de programas sólo de sitios oficiales y de confianza.
- No confiar en correos con archivos adjuntos, especialmente si vienen desde remitentes desconocidos.
- Evitar los programas ilegales. Si desea utilizar programas gratuitos puede recurrir a las soluciones OpenSource.
- Cuando se reciben adjuntos, prestar especial atención a las extensiones de los mismos. Si algún archivo posee doble extensión es recomendable eliminarlo directamente, ya que existe una alta probabilidad de que el mismo sea un archivo dañino.
- Debe prestarse atención cuando se navega para evitar ingresar a sitios peligrosos y evitar ejecutar programas que “auto-ofrecen” descargarse, ya que es común ver programas dañinos que simulan ser soluciones de seguridad o Antivirus.