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¿Qué es?
Una contraseña es un código secreto que se introduce en una máquina para poder accionar un mecanismo o para acceder a ciertas funciones informáticas. De ésta forma nos aseguramos que solo aquellos que conozcan dicha contraseña puedan acceder a los contenidos o aplicaciones protegidos.
Hecha la ley, hecha la trampa
Igual que en muchos otros campos, hay gente que se dedica a intentar detectar las vulnerabilidades de los sistemas y aprovecharlas para su propio beneficio, normalmente con un perjuicio hacia otras personas. En vista de eso, tenemos que intentar por todos los medios posibles, el impedirles que puedan acceder a nuestros contenidos. Es por eso que uno de los primeros pasos a realizar es elegir una contraseña segura.
¿Cómo elegirla?
Hay varios factores en los que fijarnos a la hora de escoger nuestra contraseña:
- Por un lado es conveniente que tenga una cierta longitud, aunque actualmente la gran mayoría de sistemas piden un mínimo de caracteres que suele estar alrededor de ocho.
- Hay que intentar también ir cambiando los caracteres entre mayúsculas y minúsculas, así como números o caracteres especiales (puntos, guiones, @, #…). Hay también muchas páginas que piden también varias de estas características.
- Recordar la contraseña; si creamos una contraseña de 30 caracteres con mayúsculas, minúsculas, números… pero después tenemos que tener esa contraseña apuntada en todas partes para poder introducirla, no nos mejora la seguridad puesto que cualquier persona que consiga acceso a algún sitio donde esté apuntada, ya ha provocado una brecha de seguridad (la contraseña se ha conocido por un tercero).
- La contraseña debe ser compleja pero sin sobre extenderse. Si tenemos que estar diez minutos escribiendo la contraseña, disminuimos la productividad. Quizás no se note en una contraseña que escribes una vez al mes, pero sí se notara por ejemplo si tenemos un USB encriptado, o un archivo protegido por contraseña.
Tengo una buena contraseña, ¿estoy ya seguro, no?
Lamentamos informarte que no, no hemos terminado aún. Pese a que consigas la mejor contraseña del mundo, si alguien quiere conseguir esa contraseña es solo cuestión de tiempo. Obviamente no estamos hablando de solo unos minutos, y muchos sistemas cuentan con medidas de protección ante programas que intentan acceder a una cuenta por fuerza bruta, pero aún podemos hacer algunos pasos más para protegernos.
Uno de estos pasos es la modificación periódica de las contraseñas. En general con realizar un cambio anualmente es suficiente para asegurar que solo nosotros tenemos el acceso. En cuanto a contraseñas más críticas, podemos desde cambiarlas de forma mensual o semanal incluyendo un registro de las 5-10 últimas contraseñas para estar obligados a no poner siempre la misma, hasta sistemas de seguridad de relacionados con entidades bancarias donde el cambio se produzca diariamente y la contraseña es generada de manera aleatoria.
Un último consejo
Unos 12-14 caracteres, con mayúsculas (aunque sea solo una), minúsculas y números puede cumplir perfectamente con nuestras condiciones para una contraseña segura. Podemos inventarnos las palabras, pero siempre será más sencillo recordarla si podemos relacionarla con algún suceso o alguna persona de nuestra vida.
Contraseñas más usadas
Os dejamos un ránking de las contraseñas más usadas en la red social de Twitter, a modo de ejemplo de contraseñas de baja seguridad.